Para fines de comparación hablando de calidad, las instalaciones de self storage suelen ser categorizadas en base a ciertos atributos y particularidades, identificándolas como de clase A, B o C.
Las propiedades de clase A generalmente son aquellas más recientes y ofrecen comodidades más actualizadas. Si tiene planes de desarrollar un proyecto y busca alcanzar ese estándar elevado, aquí hay algunos componentes que debe considerar incorporar en su centro self storage.
A pesar de la falta de categorizaciones oficiales que evalúen la calidad de las instalaciones de self storage, es probable que haya escuchado términos como clase A, B o C que se utilizan para describir estas propiedades en función de ciertas características ampliamente reconocidas. Si está considerando emprender un proyecto en este mercado, es posible que aspire a alcanzar el nivel más alto para obtener una ventaja competitiva óptima. Sin embargo, ¿qué implica exactamente eso?
En términos generales, las instalaciones de almacenamiento de categoría A son más recientes, cuentan con diseños actuales, ofrecen comodidades premium y tienen una fuerte apariencia exterior atractiva. También se caracterizan por un servicio al cliente de alto nivel y sistemas de seguridad sofisticados. Estas propiedades suelen ubicarse en lugares privilegiados y a lo largo de importantes vías.
Por otro lado, las instalaciones de categoría B (nivel medio) tienden a ser un poco más antiguas, pero aún mantienen un buen estado general. Por lo general, incluyen algunas comodidades, como acceso con cierre y sistemas de cámaras de seguridad. Las instalaciones de categoría C son las más antiguas y muestran un mayor desgaste. A menudo carecen de características de alta demanda, como entradas pavimentadas, iluminación adecuada y puertas automáticas.
La construcción de una instalación de almacenamiento de categoría A conlleva un costo más elevado por pie cuadrado. No obstante, en el mercado apropiado, estos activos también pueden demandar tasas de alquiler más altas para compensar la inversión en su construcción. A continuación, proporcionaremos más información sobre lo que implica desarrollar una propiedad de primera calidad en esta industria.
Elementos de construcción
La apariencia general de una instalación de self storage es el primer indicador de su categoría A. Para que un lugar sea clasificado como de primera calidad, debe exhibir un exterior de gran atractivo.
Colabore con su arquitecto para resaltar características que puedan hacer que su propiedad sea destacada. Por ejemplo, las instalaciones de categoría A a menudo optan por emplear una variedad de materiales de construcción en su fachada. Las opciones pueden abarcar paneles metálicos, paneles metálicos aislados, unidades de mampostería/hormigón, revestimiento de piedra fraccionada, estuco e incluso madera. Para agregar profundidad, su diseño también podría incorporar una ventana en proyección, que es una sección del edificio que sobresale alrededor de seis a ocho pulgadas del diseño principal.
Diseño de las Instalaciones
Existen varios aspectos en la construcción de instalaciones de autoalmacenamiento que pueden elevar la categoría de un activo al nivel de clase A, y es importante abordarlos durante la fase de planificación. Aunque no es necesario incorporarlos todos, la combinación de estos elementos marcará la diferencia en sus instalaciones en comparación con la competencia.
Seguridad en el Sitio
La seguridad es de suma importancia para los inquilinos de unidades de almacenamiento, quienes desean sentirse seguros durante sus visitas y confiar en la protección de sus pertenencias. Durante la fase de planificación, es aconsejable contar con la asesoría de un profesional para diseñar el sistema de seguridad más efectivo.
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